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Con tan sólo detenernos un instante a reflexionar sobre nuestra ciudad podemos darnos cuenta de aspectos que normalmente dejamos de largo.
Y aunque la ciudad es la misma para todos, cada quien la percibe de distintas maneras. En lo que normalmente coincidimos es en la visión caótica de nuestro entorno, quizás porque somos testigos diarios de adversidades o problemas comunes como la economía, el tráfico, (in)seguridad, contaminación y en ocasiones, la mala gestión de algunos gobiernos.
En nuestra ciudad, conocida geográficamente como Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), vivimos 4’434,878 habitantes distribuidos en Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco, El Salto, Juanacatlán e Ixtlahuacán de los Membrillos, ocho municipios que integran la metrópoli más importante de la región y una de las tres más importantes del país, junto con Monterrey y la Ciudad de México.
Pero, ¿quiénes participan en la ciudad? Los que nos gobiernan, sería la primer respuesta natural. Es decir, quienes forman parte de las instituciones públicas, ya sea el poder organizado en sus órdenes de gobierno: municipal, estatal y federal, o en la separación del poder público (sí, como nos lo enseñaron en la escuelita) que en Jalisco lo integra el Ejecutivo, mediante el Gobierno del Estado; el Legislativo, a través de los 39 diputados locales y el Judicial, con el Supremo Tribunal de Justicia.
Además contamos con Organismos Constitucionales Autónomos como el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), el Instituto de Transparencia e Información Pública (ITEI) o la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ).
Sin embargo, hay un componente de mayor jerarquía que participa en la ciudad: la gente. “El pueblo”, conocido comúnmente en el argot revolucionario, pero que para fines de las ciencias sociales llamaremos “sociedad civil”, que por cierto, en algunas ocasiones se organiza para participar en temas de la esfera pública.
Los observatorios ciudadanos son ejemplares, cuando de organización de la sociedad civil se trata. Sus objetivos son claros: ser vigilantes constantes de los temas públicos, generar información académica, evaluar a través de indicadores y en su momento, emitir recomendaciones u observaciones.
Para ello es fundamental que el observatorio esté legitimado, es decir, que sea una voz con eco ante el resto de la sociedad.
Tal es el caso de Jalisco Cómo Vamos, en donde anualmente se publican las Encuestas de Percepción Ciudadana, insumos necesarios para conocer la radiografía de nuestra ciudad a partir de la medición de la calidad de vida o bienestar de cada uno de los tapatíos.
Se entiende por calidad de vida o bienestar subjetivo el qué tan felices o satisfechos vive las personas de una determinada población.
Ésta, no obstante, termina convirtiéndose en una definición muy simplista, puesto que la calidad de vida contempla muchos otros aspectos de la vida personal y en comunidad, como lo son la salud, la educación, la seguridad, el medio ambiente, la cultura, la vivienda, la economía y el gobierno.
Por eso resulta clave que sociedad y gobierno se enfoquen en mejorar la calidad de vida de los tapatíos, para que los más de 4 millones de habitantes comencemos a tener coincidencias en la percepción, pero no del caos, sino de los avances en nuestra ciudad.
Las opiniones expresadas por nuestros colaboradores son a título personal y no necesariamente reflejan la postura de Jalisco Cómo Vamos
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