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Presentación

Presentación

Las jóvenes, los jóvenes entre 15 y 29 años. ¿Cómo experimentan su vida en comunidad? Al menos desde las categorías que les planteamos en la encuesta que Corporativa de Fundaciones y Jalisco Cómo Vamos pusimos en práctica hacia finales de 2021. Su incorporarse a la comunidad que les corresponde supone que hay una ciudadanía que ponen en práctica, es decir, modos de interactuar con las y los demás, que calibramos, otra vez, a partir de modalidades de participación sobre las que inquirimos a los encuestados.

Ser parte de un grupo social inmiscuye la noción de igualdad que cada cual percibe respecto a quienes conforman ese grupo. Y ese ser parte puede ser intencionado o no; en el caso de una ciudad y de una colonia o barrio, hay una especie de fatalidad: no siempre elegimos en donde vivir, y menos los jóvenes. En el estudio que aquí presentamos, la poca o ninguna satisfacción con la igualdad que reconocen es similar, 34%, para quienes están entre 15 y 19 años, y para las mujeres y hombres de 20 a 24. El porcentaje da un salto de seis puntos al pasar al rango de 25 a 29. ¿Será que a mayor edad la experiencia vita enseña que nos vamos “desigualando”? Por cierto, los jóvenes que ocupan el estrato socioeconómico medio son los más descontentos con la igualdad que sienten.

Y si en una representación alta la igualdad produce insatisfacción, cuál es la relación de este grupo etario, de 15 a 29, y la de sus subgrupos, con la pobreza. ¿Consideran que los pobres son pobres porque no trabajan lo suficiente? Lo que muestran las respuestas en las páginas siguientes es interesante, así como lo que opinan las y los entrevistados sobre los derechos de las personas con discapacidad.

Por lo pronto, en las páginas de esta parte 4 del estudio Bienestar de Jóvenes en Guadalajara, encontrarán además que 46% de las y los jóvenes están de acuerdo o muy de acuerdo con la expresión “En nuestra sociedad las mujeres tienen una situación de desventaja respecto a los hombres”, casi uno de cada dos, pero 43% no están de acuerdo, en alguna medida; lo que apunta a una polarización, quizá entendible entre la población que incluye todas las edades, pero ¿entre las y los jóvenes? Se debe quizá a que el avance que queremos pensar hemos conseguido en la igualdad de géneros no es tanto, un dato de muestra: entre las mujeres de la muestra, 38% estuvo en desacuerdo y muy en desacuerdo con la manifestación de que ellas mismas estén en desventaja comparadas con los hombres.

El motivo de discriminación que con mayor frecuencia señalan es por apariencia física, y la resienten más las mujeres y quienes ocupan el estrato socio económico bajo. Y si los cuestionamos sobre el principal problema que reconocen en su ciudad, en orden decreciente los primeros tres son: inseguridad, seguida de delincuencia, impunidad y vandalismo, y en tercer lugar la violencia; en los tres rubros quienes los destacan con mayor intensidad son las mujeres.

Las maneras en las que nos identificamos, o no, con las comunidades, con la sociedad de las somos parte, y que vamos formando, delinea un futuro, y si se trata de las y los jóvenes, saber esas maneras también es una especie de evaluación de lo que hemos hecho o dejado de hacer en favor de que las generaciones que dentro de muy poco estarán en control del rumbo que todas y todos tomaremos sean más propensas a confiar en los demás, a participar en lo que nos es común y a habitar-usar mejor los espacios que son de todos. De ahí el deseo de tener datos, no sólo para conocer y entender, sino para convocar a la acción correctiva, si es que lo que de ellos se desprende es negativo, o bien si es que algo de lo que como sociedad hemos hecho ha sido adecuado, y fomentarlo, por ejemplo, de lo que hay en esta Parte 4: tres de cada cuatro dicen estar dispuestos a ayudar a sus vecinos.

Nos parece que hay mucho por cambiar, de entrada, los prejuicios que tenemos respecto a este grupo etario (como ya quedó en evidencia en las tres partes previas) y luego, nuestro discurso respecto a las expectativas que nos generan: ¿en verdad les hemos dado las herramientas y los hemos puesto en las circunstancias que les permitan enmendar la plana que las generaciones que los precedieron les dejaron escritas? Tal vez este promedio nos dé pistas al respecto: 79.2 minutos es lo que cotidianamente les toma transportarse.

Justo para tratar de responder cuestiones como estas, y las muchas otras que seguramente detonará la información que ponemos a su alcance, es el fin que busca este estudio, sus cuatro partes: detonar el diálogo, el debate. Las mejores respuestas serán consecuencia de la pluralidad de miradas, de sentires, de pareceres.

Augusto Chacón Benavides
Director Ejecutivo de Jalisco Cómo Vamos

Nota metodológica

Nota Metodológica

El presente documento expone los aspectos metodológicos del estudio referentes al diseño muestral, las características de las unidades de análisis espacial, y el trabajo en campo. El estudio queda enmarcado dentro de los límites administrativos que definen al Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), considerando únicamente los seis municipios con mayor tamaño de población, Guadalajara, Zapopan, San Pedro Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco de Zúñiga y El Salto.

Los seis municipios más poblados que conforman al AMG agrupan un total de 1,812 colonias. El conjunto de colonias fue clasificado atendiendo a tres de sus elementos fundamentales: territorio, población y vivienda. El análisis de los atributos territoriales da como resultado una tipología de contextos de residencia.

Contexto de residencia

Se obtuvo la estratificación social del conjunto de colonias para el AMG. Para ello, se tomó como base metodológica la propuesta de Jaramillo y Saucedo (2016) que permite el cálculo del Índice de Estratificación Social (IES).

Barrio tradicional

Morfología
Traza ortogonal, ejes viales en su mayoría de un solo sentido y angostos, constitución y disposición homogénea de las manzanas que generalmente se encuentran ordenadas en torno a un espacio público núcleo conformado por templo, plaza principal y mercado. Se identifican y diferencian los usos de suelo habitacional (en mayoría) y comercial de escala local.

Vivienda
Son asentamientos históricos por lo que, en la mayoría de los casos, conservan rasgos arquitectónicos de épocas anteriores, reflejados, por ejemplo, en el estilo de las fachadas, la herrería y el material empleado para la construcción de las casas. Las casas van del tamaño medio a grande, y la densidad por manzana de baja a media.

Contexto urbano y accesibilidad
Al ser asentamientos históricos, se constituyen como centros o cabeceras de algunas localidades o municipios. La mayoría se encuentran dentro del anillo periférico del AMG salvo aquellos que forman parte de los municipios periféricos. Se caracterizan por ser de circuito abierto.

 

Colonia popular

Morfología
Son los asentamientos más diversos en cuanto a su construcción urbana. Generalmente son de traza ortogonal o irregular, estas últimas difícilmente muestran un orden simétrico en sus calles. Hay una jerarquía definida en cuanto a los ejes viales, habiendo tanto calles angostas de un solo sentido como otras principales de dos sentidos y con más de un carril para cada dirección. En el caso de las colonias populares localizadas fuera del periférico es posible
encontrar caminos de terracería o empedrado dentro de la red vial. En cuanto a la constitución de las manzanas, puede haber aquellas que se configuran de forma homogénea como otras heterogéneas, con tamaños y formas diversas. En algunos casos, el uso comercial rebasa al uso habitacional, conformando clústeres económicos de escala local o metropolitana, generalmente localizados de manera lineal sobre los ejes viales principales.

Vivienda
Las características de las casas son generalmente diversas. Algunas de ellas mantienen rasgos de los barrios tradicionales, principalmente aquellas que se ordenan en torno a estos. Otras, sobre todo aquellas periféricas de traza irregular, son de autoconstrucción sobre terrenos parcelados y ofertados por el propietario original de las tierras, las cuales en algunas ocasiones podían haber derivado de ejidos. Algunas de estas colonias se conforman por viviendas
de interés social. La densidad de casas por manzana va de media a alta y el tamaño de las casas se mantiene en un término medio y en algunos casos grande. Dentro de algunas de estas colonias se pueden encontrar edificios departamentales.

Contexto urbano y accesibilidad
Son los asentamientos de mayor réplica en el contexto urbano, bien representados en el poniente de la ciudad. Aunque suelen ser de circuito abierto, algunas de estas colonias son de circuito cerrado, sea parcial o totalmente. Las hay tanto intraurbanas como periurbanas, presentando diferencias marcadas entre ambas.

Fraccionamiento intraurbano

Morfología
Traza urbana ortogonal, lineal o, en algunos casos, radial. Es posible encontrar casos donde la traza sea yuxtapuesta. Red vial jerarquizada, con vialidades de dos sentidos y uno o más ejes principales. Manzanas homogéneas, con excepción de aquellas que conforman espacios públicos como parques o unidades deportivas. El uso de suelo es predominantemente habitacional, con zonas específicas destinadas al uso comercial.

Vivienda
Se caracterizan por conformarse por viviendas de interés social, derivado de lo anterior el tamaño suele ser menor al de los otros contextos residenciales. La densidad de viviendas por manzanas es alta, sobre todo en aquellos donde hay edificios departamentales o dúplex. Se asocian a desarrollos inmobiliarios.

Contexto urbano y accesibilidad
Son pocos los casos que se localizan dentro del anillo periférico de la ciudad. Generalmente son de circuito cerrado, parcial o totalmente.

Fraccionamiento periurbano

Morfología
Traza urbana ortogonal, lineal o, en algunos casos, radial. Es posible encontrar casos donde la traza sea yuxtapuesta. Red vial jerarquizada, con vialidades de dos sentidos y uno o más ejes principales. Manzanas homogéneas, con excepción de aquellas que conforman espacios públicos como parques o unidades deportivas. Es común el uso de suelo mixto, aunque este no suele estar sobre el uso habitacional.

Vivienda
Se caracterizan por conformarse por viviendas de interés social, derivado de lo anterior el tamaño suele ser menor al de los otros contextos residenciales. La densidad de viviendas por manzanas es alta, sobre todo en aquellos donde hay edificios departamentales o dúplex. Se asocian a desarrollos inmobiliarios.

Contexto urbano y accesibilidad
Se localizan fuera o muy cerca del anillo periférico. Bien representados hacia el sur de la ciudad. Principalmente son de circuito cerrado, parcial o totalmente.

Zona residencial

Morfología

La traza urbana se presenta tanto de forma ortogonal como de forma irregular. En el último caso, se encuentra en función al relieve sobre el cual se asienta, que suele ser característico de cañadas, laderas de pendiente suave o sistemas menores de barrancas. La red vial se encuentra bien jerarquizada y principalmente por ejes amplios de dos sentidos. Es característico encontrar parques lineales o amplias extensiones de áreas verdes. Las manzanas suelen ser grandes y ordenadas, distribuidas en función a la traza urbana y el relieve. El uso de suelo es predominantemente habitacional y las áreas comerciales se encuentran definidas, en muchos casos por plazas comerciales. Algunas de estas colonias cuentan con campo de golf y áreas deportivas de uso exclusivo, como albercas, canchas de futbol, básquetbol o vóleibol.

Vivienda
Viviendas amplias y de baja densidad por manzana. En algunos casos se presentan en desarrollos verticales. Algunas muestran un diseño rústico mientras que los desarrollos más recientes tienden a patrones arquitectónicos contemporáneos.

Contexto urbano y accesibilidad
Se encuentran bien representadas al poniente de la ciudad y en áreas definidas del norte y sureste. Aquellas que, históricamente, constituyen los primeros desarrollos residenciales de la ciudad son de circuito abierto, sin embargo, la gran mayoría es de circuito cerrado y acceso restringido.

Diseño muestral

El universo de estudio de nido como la población joven de 15 a 29 años que habita en los municipios de Zapopan, Guadalajara, Tlajomulco de Zúñiga, San Pedro Tlaquepaque, Tonalá, y El Salto suma un total de 1 millón 291 mil 729 jóvenes mujeres y hombres jóvenes.

Se diseñaron tres muestras independientes con representatividad estadística en el área metropolitana de Guadalajara por cada uno de los estratos (bajo, medio y alto) a través del método probabilístico polietápico, estratificado por conglomerados, en donde las Unidades Primarias de Muestreo (UPM) fueron las colonias. Los. parámetros de con anza y margen de error son los siguientes:

Para el AMG, el grupo poblacional de jóvenes constituye la parte más representativa dentro de la pirámide de población, sin embargo, esta dinámica demográfica no se replica por igual en los municipios, como es posible observar en Tlajomulco de Zúñiga, El Salto y Tonalá. Asimismo, la distribución de jóvenes por colonia presenta un patrón espacial marcado, en el que es posible diferenciar las colonias céntricas con menor cantidad de población joven a diferencia de aquellas periféricas donde los jóvenes se registran en mayor número.

El número total de casos de nidos para el levantamiento en campo fue de 1,200 (400 casos por estrato) distribuidos, para cada estrato, en 32 colonias de 12 casos y una colonia de 16 casos. Por razones que se explicarán más adelante, en total se visitaron 113 colonias. En los estratos medio y alto (sobre todo en este último) se tuvieron que sustituir algunas por colonias complementarias.

El levantamiento de campo se llevó a cabo del 4 al 22 de septiembre de 2021, durante el cual fue necesario realizar ajustes a la muestra original.

La base de datos abiertos y el reporte metodológico completo se puede encontrar en la siguiente liga:

Datos Abiertos

Comunidad y Ciudadanía

Comunidad y Ciudadanía

La Encuesta de Percepción Ciudadana sobre Calidad de Vida y Bienestar de Jóvenes del Área Metropolitana de Guadalajara 2021 (EPCCVBJ, 2021) contempla un apartado de información sobre comunidad y ciudadanía.El bienestar de los jóvenes, mostrado por la encuesta de Jalisco Cómo Vamos está íntimamente ligado a la comunidad en la que se desarrollan, y a las posibilidades y condiciones existentes para su desarrollo personal. Y a su vez, a la forma individual en que ejercen su ciudadanía, en relación con los otros.

Una sociedad que se propone ser igualitaria debe promover el desarrollo de la población de manera conjunta, sin privilegios ni distingos. En la encuesta se preguntó sobre la satisfacción que las y los jóvenes tienen respecto a la igualdad que perciben en la ciudad. De manera general, 3 de cada 10 respondieron que están “nada o poco satisfechos”. Las respuestas por género tienen cierta diferencia, 33.2% de los hombres está “nada o poco satisfecho”, mientras que así es para 38.7% de las mujeres.

Las respuestas por edad marcan diferencias en la percepción de la igualdad, y podríamos afirmar que: a mayor edad, mayor insatisfacción.

En cuanto al contexto de residencia, la mayor insatisfacción la tienen quienes viven en fraccionamientos intraurbanos, aunque no es una gran diferencia respecto a los otros contextos.

En el caso del estrato social medio, cuatro de cada diez están “insatisfechos”; en el bajo y alto tres de cada diez sienten casi la misma insatisfacción.

Existen ciertas percepciones en la población sobre situaciones que se dan en la sociedad. Dentro de la encuesta se les pidió responder qué tan de acuerdo estaban con algunas frases; la primera tiene que ver con una percepción muy común sobre la pobreza, que revela la creencia de que “las personas son pobres porque no trabajan lo suficiente”: 2 de cada 10 están “de acuerdo” y “muy de acuerdo”.

¿Y el contexto de residencia? La manifestación más próxima de comunidad, ¿qué tanto varía la opinión de las mismas personas que en la tabla anterior vimos como el gran promedio? en los barrios tradicionales es en donde la gente en mayor número no está de acuerdo, en algún grado, con esa afirmación, es decir: no atribuyen como responsabilidad exclusiva la condición de pobreza de los sujetos; en contraste, es en las colonias populares y en las zonas residenciales donde con más intensidad se está de acuerdo con dicha afirmación.

En los barrios tradicionales, ocho de cada diez están “en desacuerdo” y “muy en desacuerdo”. Por otro lado, la colonia popular y zona residencial son los contextos donde más de acuerdo están, dos de cada diez están “de acuerdo” o “muy de acuerdo” en que las personas son pobres porque no trabajan lo suficiente.

El acceso a derechos, por ley, debe ser igualitario, pero social y políticamente no se han dado las condiciones. En cuanto a las personas con alguna discapacidad, 50% de los entrevistados están “de acuerdo” y “muy de acuerdo” en que las personas con discapacidad tienen los mismos derechos. No obstante, casi 40% responde “muy en desacuerdo” y “en desacuerdo”. Al parecer, no hay consenso respecto a la noción de igualdad, o prevalece cierta polarización.

Es importante reconocer las dinámicas de opresión y privilegios en nuestra sociedad para visibilizar las injusticias históricas y sistémicas que dejan atrás a determinados grupos de personas. Ante esta realidad, la agencia de dichos grupos, así como su acceso a derechos, recursos, y oportunidades se puede ver limitada ante múltiples factores de discriminación y desigualdad que se intersectan.

Pamela Cruz

Otra frase que se incluyó tiene relación con la igualdad, de manera específica con el género: “en nuestra sociedad las mujeres tienen una situación de desventaja respecto de los hombres”. Las respuestas se agrupan en extremos, por una parte 43.1% está “muy en desacuerdo” y “en desacuerdo” en que las mujeres están en desventaja, esta cifra llama la atención, pues diversos estudios, en múltiples contextos, han constatado que la inequidad social entre hombres y mujeres es evidente y no sólo: es parte de la discusión pública cotidiana. Por otro lado, 45% dicen estar “de acuerdo” o “muy de acuerdo”.

En el caso de las respuestas por género, casi cuatro de cada diez mujeres están “en desacuerdo” en que estén en una situación de desventaja, a pesar de ser ellas mismas las víctimas de dicha situación. En cuanto a rangos de edad, los que más “de acuerdo” están sobre las condiciones de desventaja de las mujeres son las personas entre los 25 a 29 años. Es de resaltarse la diferencia en la percepción que este grupo tiene con la de quienes están entre 15 y 19 años: mientras en el primero uno de cada dos, están de acuerdo y muy de acuerdo en la posición de desventaja de las mujeres, en los segundos es cuatro de cada diez.

Si comparamos el uso de tiempo y recursos del grupo etario entre 15 y 19 años con el grupo de entre 25 y 29 años, es posible que la mayoría de las mujeres que conforman el grupo más joven no viva en pareja, ni tenga que disponer parte de su tiempo a generar ingresos, o dedicarlo al trabajo no remunerado ni de cuidados, por lo que las situaciones de desventaja o desigualdad no son percibidas ni experimentadas de la misma manera.

*
A pesar de que muchas mujeres han obtenido grandes logros en materia de acceso a derechos, en sus vidas cotidianas siguen enfrentándose a diversas desventajas, discriminación y violencia. En tiempos recientes, la pandemia por COVID-19 visibilizó los efectos e impactos diferenciados entre hombres y mujeres principalmente al tratar de conciliar la vida personal, familiar y laboral.
Si comparamos los resultados por sexo, se puede indagar que las mujeres perciben mayores barreras estructurales como la división sexual del trabajo, estereotipos de género, así como normas sociales y culturales que las hacen experimentar una realidad distinta a la mayoría de los hombres, que si bien pueden ser conscientes o no de sus sesgos y privilegios.

Pamela Cruz

Por contexto de residencia, donde más de acuerdo están es en el fraccionamiento intraurbano, y donde menos es en el barrio tradicional

La posición de desventaja en que vive la población indígena parece confirmarse un poco más que en la de género, aunque también hay cierta polarización. Mientras 3 de cada 10 están “en desacuerdo” en que “en nuestra sociedad los grupos indígenas están en desventaja con respecto a los demás”, la mitad está “de acuerdo” o “muy de acuerdo”.

Los datos por edad y género no distan mucho de las respuestas generales. Donde sí hay diferencia es en el contexto de residencia, ya que en la zona residencial están más “de acuerdo” con la situación de desventaja de la población indígena, mientras que, en la colonia popular, es donde, en menor porcentaje la reconocen.

Si respecto a la percepción de la desigualdad, la diferencia entre un contexto de residencia y otro, nos impulsó a considerar que sería interesante reflexionar alrededor de la solidaridad que podría estar implícita en esa diferencia, por lo que toca a la posición de desventaja que en los distintos grupos urbanos consideran tienen las poblaciones originarias ¿qué pensamiento suscita? En las zonas residenciales admiten en mayor cantidad que los indígenas están en desventaja, cosa que los datos más básicos de calidad de vida, de seguridad social, de empleo, de alimentación sustentan ¿por qué no lo ven así en los barrios populares? Sería interesante indagar alrededor de las nociones étnicas que sobre sí mismo tienen en los diversos contextos de residencia y asimismo revisar si ante lo que luce como una injusticia no nos conformamos únicamente con una simpatía superficial por ellas, por ellos. O tal vez es simplemente que ciertas condiciones de desigualdad en la sociedad podrían ser normalizadas o poco identificadas por las personas.

Pamela Cruz

También por estrato social se muestran diferencias en los porcentajes de respuestas. En el estrato alto es donde más se reconoce que “los indígenas viven en situación de desventaja”.

Conocer las posturas que cada cual tiene sobre aspectos que son comunes es de suma importancia para entender nuestra realidad colectiva. En la encuesta se incluyó la pregunta: ¿Cuál considera que es la peor injusticia en nuestra sociedad? Las tres injusticias con mayor porcentaje de respuesta fueron: la discriminación, la desigualdad e inequidad, y la delincuencia e inseguridad.

Los resultados por género resaltan las diferencias en las respuestas sobre la delincuencia e inseguridad; las mujeres son quienes más afirman que son la peor injusticia. En el caso de discriminación, son los hombres quienes, en mayor medida, la reconocieron como injusticia.

El uso y calidad de los espacios públicos es fundamental para la recreación y abonan a la calidad de vida y bienestar de las personas. Para conocer qué tanto las y los jóvenes los utilizan se les preguntó, de una lista de espacios públicos, si en el último mes habían asistido, usado o visitado cada uno de ellos. El espacio que afirman utilizar más es el parque; 7 de cada 10. En el caso de los centros culturales o artísticos, solo uno de cada diez ha asistido; esto puede estar relacionado con la diferencia de oferta y disponibilidad de dichos espacios, o como lo indica la encuesta del módulo cultural del INEGI, que la asistencia a espacios culturales depende, entre otros factores, del interés de la población.

En general, son los hombres quienes responden utilizar más estos espacios, principalmente los parques y plazas públicas. Las mujeres utilizan más los mercados, esto tal vez se debe a que generalmente, son las mujeres quienes realizan las compras para los hogares. Por estrato social, el bajo utiliza más el mercado, le siguen los parques.

Los resultados sobre el uso y accesibilidad del espacio público nos invitan a cuestionarnos si la ciudad está pensada para todas las personas. ¿Son espacios seguros para las y los niños? ¿Las mujeres se sienten o están seguras en unidades deportivas? ¿pueden las niñas y mujeres hacer deporte sin que reciban acoso? ¿los espacios son accesibles para las personas con discapacidad? ¿las ciclovías están conectadas y las calles tienen iluminación apropiada? Entre otras muchas cuestiones.

Pamela Cruz

La vida en comunidad aporta en diferentes aspectos a la calidad de vida y al bienestar individual de quienes componen la población. Para poder tener un panorama de la manera en que se relacionan con su comunidad se les preguntó a las y los jóvenes, utilizando frases con afirmaciones, qué tan “de acuerdo” estaban a éstas.

La primera fue sobre la influencia que pueden tener en su barrio si lo quisieran, a la cual respondieron de manera diferenciada, 37.2% respondió estar “en desacuerdo o muy en desacuerdo” y 44.2% está “de acuerdo o muy de acuerdo” en que, si quiere, puede influir en la vida de su barrio.

Por género se marcan diferencias; 48.7% de los hombres están “de acuerdo o muy de acuerdo” en que pueden influir, mientras las mujeres 40%. En contraste con 33.9% de los hombres, que dijo estar “en desacuerdo o muy en desacuerdo”, y un 41.2% de mujeres. En el contexto de residencia, el porcentaje más grande de los que afirman poder influir son las personas de barrio tradicional.

Un dato interesante es en el estrato alto en donde más respondieron estar “de acuerdo o muy acuerdo” en que pueden influir: 5 de cada 10.

El sentido de pertenencia también es relevante en la construcción de comunidad y la cohesión social, que tiene que ver con la integración, inclusión, la construcción de redes de colaboración y confianza entre la sociedad (Millán, 2016).

Ante la afirmación “formo parte del barrio”, el porcentaje más grande se orienta a que los jóvenes están de acuerdo, 48.7%. Son los hombres quienes están más “de acuerdo” en sentir que forman parte del barrio. Aunque, similar a otras respuestas de la encuesta, hay un grado de polarización, lo cual muestra un sentido diferenciado de comunidad que puede deberse a muchos factores: falta de representación, rechazo, etc. Más de 33% está “en desacuerdo o muy en desacuerdo” con el sentido de pertenencia.

5 de cada 10 personas que están en el rango de edad de los 25 a los 29 años afirman que forman parte del barrio. De manera contraria, 34.7% de las personas entre los 15 a 19 están “en desacuerdo o muy en desacuerdo” en que sienten pertenencia al barrio, tal vez porque a esa edad pueden encontrar relación de “pertenencia “en otro tipo de espacios como la escuela, el ámbito virtual, etc.

En el caso del contexto de residencia, también hay fragmentación en las respuestas; sin embargo, de manera general se cargan más los porcentajes a estar “de acuerdo” en que forman parte del barrio. Donde mayor porcentaje “de acuerdo” hay es en la zona residencial, 6 de cada 10 y donde menos en el fraccionamiento periurbano.

Las personas entre 15 y 19 años posiblemente se han acostumbrado más a convivir en el mundo virtual que en el real.

Sería importante preguntarnos ¿qué tan amigables, atractivos, incluyentes, y seguros deben ser los espacios públicos y el lugar de residencia para que las y los jóvenes se sientan pertenecientes a una comunidad?

Pamela Cruz

Otro tema destacado dentro de la comunidad es la relación con los vecinos, entre mayor sea la relación, mayor construcción de tejido social habrá. El apoyo que se pueden dar entre vecinos es fundamental para la solución de problemas o construcción de distintas iniciativas como el cuidado de los espacios públicos y actividades recreativas; incluso para elevar la percepción de seguridad y así, la confianza.

En el caso de las y los jóvenes respondieron, 6 de cada 10, que conocen y tratan bastante a sus vecinos. Uno de los factores a los que puede deberse que se mantiene así es por la inseguridad o que no pasan mucho tiempo en sus hogares.

La diferencia entre género marca que los hombres afirman conocer más a sus vecinos que las mujeres, 63% contra 56.7%. Lo que, en principio, luce opuesto al prejuicio de que las mujeres son las que más tienen contacto con vecinas y vecinos, si hacemos una segunda consideración, tal vez este cambio se debe a que las mujeres también dejan sus casas para ir a trabajar y a su regreso, hay datos que avalan esto, realizan labores domésticas.

Por contexto de residencia, en la zona residencial es donde mayor porcentaje de personas de acuerdo reflejan que conocen y tratan a sus vecinos, 6 de cada 10; mientras que en el fraccionamiento periurbano casi 3 de cada 10 están “en desacuerdo o muy en desacuerdo”.

Se preguntó si ayudan a los vecinos cuando lo necesitan, ante ello el porcentaje de respuestas de acuerdo es de 74.8%, cifra bastante alta, lo que señala empatía entre la juventud. Por género y por rango de edad no se mostraron mayores diferencias en las respuestas, pero sí por contexto de residencia y estrato social.

Por contexto de residencia donde más están “de acuerdo o muy de acuerdo” en que ayudan a sus vecinos cuando lo necesitan, es en zona residencial y fraccionamiento intraurbano, 8 de cada 10. Sin embargo, en el barrio tradicional solo 5 de cada 10.

¿Qué sucede en los barrios tradicionales con el tejido social, con el apoyo mutuo? Parte de la imagen que tenemos de ella, inercial, es cierto, consiste en suponer que están conformados por comunidades sólidas. Los datos que siguen, por estrato socioeconómico, apuntan a que la razón puede ser más de índole externa, el trabajo, los tipos de empleo vigentes o la inseguridad.

Augusto Chacón

En el estrato social alto, 82% está “de acuerdo o muy de acuerdo” en que ayuda a sus vecinos mientras que en el contexto bajo 74% y en el medio 73.5%.

En muchas ocasiones existe desconocimiento sobre las condiciones en que viven las personas de nuestra comunidad, por ejemplo: cómo es el acceso a oportunidades para salir adelante. Las respuestas indican nuevamente cierta polarización, más cargada hacia el porcentaje de personas que están “de acuerdo y muy de acuerdo” en que todos las tenemos es 60%, y 30% “en desacuerdo o muy en desacuerdo”.

Por grupos de edad, el porcentaje de respuestas “de acuerdo” se concentra más en las edades de 15 a 19 años, pareciera que a mayor edad más difieren con la igualdad de oportunidades.

En el contexto de residencia se muestra que los que más están en desacuerdo en que existen diferencias en las oportunidades para salir adelante, es en el barrio tradicional.
En el estrato social, llama la atención el estrato bajo, 7 de cada 10 están “de acuerdo o muy de acuerdo”.

También se preguntó si estaba de acuerdo en que “la crisis social y económica afecta a todos por igual”.
De manera general, la juventud encuestada respondió 5 de cada 10 que estaba de acuerdo.

Por género no se encontraron diferencias en las respuestas. En el caso de grupos de edad sí, a mayor edad, menos de acuerdo están en que la crisis afecta por igual.

El estrato social vuelve a marcar diferencias, sin embargo, de manera distinta, en el estrato bajo es donde más de acuerdo están en que “la crisis afecta a todos por igual”, 6 de cada 10.

Sería importante considerar la siguiente pregunta, ¿qué significan oportunidad, satisfacción con la vida y éxito para cada una de las personas?

Pamela Cruz

La última afirmación que se les presentó a las y los jóvenes tiene que ver con si están de acuerdo en que “las personas que nacen en la pobreza tienen las mismas oportunidades de desarrollo que el resto”, las respuestas se concentran en los extremos de las posturas, 47% está “en desacuerdo o muy en desacuerdo” y 42.1% “de acuerdo o muy de acuerdo”.

Por edad, a mayor edad más en desacuerdo. 5 de cada 10 personas de entre los 25 y 29 años están “en desacuerdo o muy en desacuerdo”.

Vuelve a llamar la atención que en el estrato alto es donde más parecieran visualizar que “las personas pobres no tienen las mismas oportunidades”, pues 3 de cada 10 apenas están de acuerdo, mientras que en el estrato bajo 5 de cada 10.

La participación política y social es otro elemento importante de la comunidad, y elemental para la democracia. En este sentido, se les preguntó a las y los jóvenes las formas de participación que estarían dispuestos a realizar. De acuerdo con sus respuestas, la forma en que más están dispuestos a participar es “votando”, seguido de “firmar peticiones” y “compartir información en redes sociales”. La “participación en organización comunitaria y de colectivos” en favor de la comunidad es de las más bajas.

La participación más baja que estarían dispuestos a realizar es con un “partido político/ organización política”, esto se puede relacionar con la falta de confianza en éstos y el deterioro de su imagen.

Entre hombres y mujeres no hay mayores diferencias, votar y firmar peticiones son el tipo de participación que ambos realizarían más. Donde hay mayor diferencia es en el compartir información en redes sociales, las mujeres afirman que están más dispuestas a hacerlo.

En cuanto a grupos de edad, los de menor edad comparten más información en redes sociales.

En los estratos sociales se ven algunas diferencias, en el estrato medio, en la mayoría de las formas de participación están más dispuestos a participar que en los otros. El porcentaje que llama la atención es en votar, mientras que en el estrato alto 9 de cada 10 lo realizaría, en el bajo solo 7.

La construcción de comunidad tiene que ver con el grado de involucramiento y sentido de identidad que tienen las personas hacia el entorno que les rodea: personas, espacios, costumbres, organizaciones.

Se preguntó a las y los jóvenes qué tan de acuerdo están con la frase que refiere a la responsabilidad con mejorar su comunidad, 4 de cada 10 indicaron que están “de acuerdo”, mientras que solo 15% dijo estar “muy de acuerdo, y poco más de 20% dijo que está “en desacuerdo o muy en desacuerdo” con que “asumen una responsabilidad de mejorar su comunidad”.

Por contexto de residencia, aunque los porcentajes de quienes están “de acuerdo o muy de acuerdo” son mayores al 50%, quienes viven en colonias populares y fraccionamiento periurbano tienen ligeramente un menor porcentaje.

La confianza es fundamental para generar capital social (la sociabilidad de un conjunto humano), por ello decidimos explorar sobre el nivel de confianza que la juventud siente hacia las personas más próximas o con las que coincide en determinados momentos en la comunidad.

En los resultados se observa que, de las opciones propuestas, dijeron tener menor confianza en las personas con las que se encuentran en la calle, a diferencia de un porcentaje muy alto de confianza en sus familiares, seguido por la confianza en las personas con las que trabaja o estudia.

Del resto de opciones, poco más de 20%, uno de cada cinco, dijo que tienen “poca o ninguna confianza” en sus vecinos o las personas que trabajan en las tiendas donde compran.

Lo anterior puede indicar que a medida en que las y los jóvenes conviven con las personas, mayor confianza pueden tener en ellos.

Coleman describe al capital social como una cualidad dada a partir de las relaciones e interacciones sociales, que produce colaboración, y a su vez factores como confianza y reciprocidad a partir de redes o lazos sociales (1990).

De las opciones incluidas en la encuesta, la confianza en vecinos es en la que se observan diferencias por contexto de residencia. Es mayor el porcentaje de confianza en sus vecinos de parte de quienes viven en fraccionamiento intraurbano o zona residencial. En donde el porcentaje de confianza en vecinos es menor es en la colonia popular y el fraccionamiento periurbano.

El estrato social sí refleja diferencias en la confianza de las y los jóvenes en diversas opciones.

Si se trata del estrato social, a más bajo el estrato, mayor es el porcentaje de jóvenes que desconfían de sus vecinos y de las personas con las que trabaja o estudian.

Sobre la confianza en las personas con las que se encuentran en la calle, en todos los estratos la proporción de personas con desconfianza es mayor de 60%. Sin embargo, el porcentaje es mayor en quienes son del estrato alto.

La confianza en los familiares es la que tiene un porcentaje más alto en todos los estratos, aunque es superior en el estrato bajo.

La discriminación genera exclusión y limita las oportunidades de desarrollo de las personas. Por ello, es importante identificarla desde edades tempranas. En el caso de las y los jóvenes del AMG se exploró si por algún motivo se han sentido discriminados, y si existen diferencias por género, contexto de residencia, grupos de edad y estrato social.

De acuerdo con los resultados de la EPCCVJ, la juventud del AMG considera que ha sido discriminada principalmente por “apariencia física”, seguido por “sus creencias y valores” y luego por “su nivel económico o social”.
En general, las mujeres jóvenes mencionan que han sido más discriminadas que los hombres de su grupo de edad. Sin embargo, en donde se observa mayor diferencia es en la discriminación por “género”, “estado civil” y “edad”.

Por grupos de edad, en el grupo de 24 a 29 años es en donde se identifica un mayor porcentaje de percepción de discriminación, sobre todo en aspectos como el “género”, el “nivel económico o social” el “estado civil” y las “posiciones políticas”.

En cuanto a la percepción de discriminación, también existen diferencias por estrato social. La mayoría de los motivos de discriminación han sido más experimentados por jóvenes en los estratos medio y bajo. Las diferencias se acentúan por género o nivel económico y social.
Por posiciones políticas, por preferencia sexual, estado civil o edad, no se evidencian diferencias por estrato social.

La discriminación se refiere a conductas de desprecio o subordinación hacia una persona o grupos de personas, que inhiben el florecimiento de la diversidad y limitan la posibilidad de competir en igualdad de circunstancias. Las prácticas discriminatorias se construyen en la vida cotidiana y se transmiten de generación en generación, es decir, la discriminación se aprende socialmente. Hernández García, A. (2011).

Respecto a ciertas afirmaciones sobre algunos factores en torno a la amistad, así como al sentido de la vida de las personas jóvenes, se les presentaron ciertas frases para conocer su nivel de acuerdo o desacuerdo. Las tres frases incluidas obtuvieron un porcentaje superior a 80% en “de acuerdo o muy de acuerdo”.

Ser tapatíos puede tener significados distintos para las personas. En particular, para los jóvenes se exploró qué aspectos relacionan con su ciudad, a partir de la mención de las dos primeras palabras que vienen a su mente al pensar en “Guadalajara”. Entre las respuestas se encontró que tanto la primera como la segunda palabra que más menciones obtuvo fue: “Sentimientos positivos y de identidad (belleza, calidad de vida, armonía), desarrollo y crecimiento”.

Otras opciones con un porcentaje destacado fueron la “comida típica”, seguida de una lista que no es tan positiva como “Discriminación, inseguridad, delincuencia, corrupción, violencia y adicciones”.

La EPCCVBJ 2021 indagó sobre cuál consideran los jóvenes que es el principal problema de su ciudad, “inseguridad” alcanzó el de mayor porcentaje; seguido por “delincuencia, impunidad y vandalismo”.

Por género, aunque tanto mujeres como hombres jóvenes identifican a los problemas ligados a la inseguridad y delincuencia como principales, es mayor el porcentaje de mujeres que se enfocan a este tipo de problemas, mientras que los hombres mencionan más a la “corrupción y abuso de poder”, y las “carencias o deficiencias en los servicios públicos y la infraestructura de la ciudad”.

En el estrato social alto consideran, en mayor medida, que los problemas de “inseguridad” y “discriminación, desigualdad, injusticia y pobreza” son los principales en la ciudad.

En el estrato bajo, los jóvenes perciben un poco más “carencias o deficiencias en los servicios públicos y la infraestructura de la ciudad”, “desempleo, falta de oportunidades laborales y crecimiento económico”, y “violencia”.

La juventud y la movilidad

La juventud y la movilidad

En el tema de movilidad, las y los jóvenes en el AMG dicen usar principalmente el camión o macrobús (casi la mitad), seguido por el vehículo particular.

Por género, las mujeres usan más el camión o el macrobús, y caminan un poco más que los hombres. Mientras que un mayor porcentaje de hombres utiliza la motocicleta como medio de transporte.

El promedio de tiempo de transporte diario de las y los jóvenes en el AMG es de 79.2 minutos.

Hallazgos

Igualdad

• 3 de cada 10 respondieron que están “poco o nada satisfechos” con la igualdad que perciben en la ciudad. Las mujeres están menos satisfechas que los hombres en este aspecto (38.7%).
• A mayor edad, mayor insatisfacción con la igualdad en grupos jóvenes en el AMG.
• 2 de cada 10 jóvenes dijeron estar de acuerdo con la frase “las personas son pobres porque no trabajan lo suficiente”.
• 50% en el AMG están de acuerdo en que las personas con alguna discapacidad tienen el mismo acceso a derechos que ellos.
• Casi 4 de cada 10 mujeres jóvenes están en desacuerdo con la afirmación “en nuestra sociedad las mujeres tienen una situación de desventaja respecto de los hombres”.
• 3 de cada 10 están en desacuerdo en que “en nuestra sociedad los grupos indígenas están en desventaja con respecto a los demás”. Mientras que la mitad está de acuerdo o muy de acuerdo.
• En el estrato alto es donde más se reconoce que “los grupos indígenas viven en situación de desventaja”.
• Las y los encuestados consideran a la discriminación, la desigualdad e inequidad, así como delincuencia e inseguridad como las tres principales injusticias sociales.
• Las mujeres jóvenes afirman que las peores injusticias están relacionadas con la delincuencia e inseguridad; mientras que los hombres mencionaron a la discriminación como principal injusticia.
• 60% de los jóvenes están de acuerdo en que “todos tenemos las mismas oportunidades para salir adelante”, mientras que 30% no lo está. En el estrato social, llama la atención el estrato bajo donde 7 de cada 10 están “de acuerdo o muy de acuerdo” con la afirmación.
• La mitad de la juventud encuestada (5 de cada 10) dice estar de acuerdo en que “la crisis social y económica afecta a todos por igual”. A mayor edad, menos de acuerdo están en que la crisis afecta por igual.
• 47% de los jóvenes está “en desacuerdo o muy en desacuerdo” en que “las personas que nacen en la pobreza tienen las mismas oportunidades de desarrollo que el resto.

Relaciones comunitarias
• 44.2% de los jóvenes entrevistados está “de acuerdo o muy de acuerdo” en que, “si quiere, puede influir en la vida de su barrio”. Esto es mayor, en jóvenes de estrato alto.
• Ante la afirmación “formo parte del barrio”, casi la mitad estuvo de acuerdo (48.7%).
• 6 de cada 10 jóvenes dijeron conocer y tratar bastante a sus vecinos.
• En la zona residencial es donde mayor porcentaje de personas indican que conocen y tratan a sus vecinos, 6 de cada 10; mientras que en el fraccionamiento periurbano 5 de cada 10.
• 74.8% de los jóvenes afirman ayudar a los vecinos cuando estos lo necesitan.
• 4 de cada 10 jóvenes dijeron estar de acuerdo con la frase “Tengo la responsabilidad de mejorar mi comunidad”.
• La forma en que los jóvenes están más dispuestos a participar política y socialmente es “votando”, seguido de “firmar peticiones” y “compartir información en redes sociales”.
• La participación que menos estarían dispuestos a realizar es con un “partido político/ organización política”.
• En cuanto a confianza social, los jóvenes aseguran tener más confianza en sus familiares (92%) que en las personas con las que se encuentran por la calle (68%).
• La juventud del AMG considera que ha sido discriminada principalmente por “apariencia física”, seguido por “sus creencias y valores” y luego por “su nivel económico o social”.
• En el grupo de 24 a 29 años es en donde se identifica un mayor porcentaje de percepción de discriminación, sobre todo en aspectos como el “género”, el “nivel económico o social”, el “estado civil” y las “posiciones políticas”.
• La discriminación se ha experimentado más por jóvenes en los estratos medio y bajo.
• Los jóvenes consideran que el principal problema de su ciudad es la “inseguridad”, seguido por “delincuencia, impunidad y vandalismo”.
• Los jóvenes del estrato bajo perciben más las “carencias o deficiencias en los servicios públicos y la infraestructura de la ciudad”, “desempleo, falta de oportunidades laborales y crecimiento económico”, y “violencia”.

Movilidad y uso de espacio público en jóvenes
• Las y los jóvenes en el AMG dicen usar principalmente el camión o macrobús (casi la mitad), seguido por el vehículo particular.
• Las mujeres jóvenes usan más el camión o el macrobús, y caminan un poco más que los hombres. Mayor porcentaje de hombres utiliza la motocicleta.
• El promedio de tiempo de transporte diario de las y los jóvenes en el AMG es de 79.2 minutos.
• 7 de cada 10 jóvenes afirmaron que el espacio público que más utilizan es el parque.
• Solo 1 de cada 10 jóvenes ha asistido a centros culturales o artísticos.

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