Los tapatíos consideran esencial el trabajo al evaluar su calidad de vida. De hecho, cuando les preguntamos qué era para ellos ‘calidad de vida’ la mayoría de las respuestas se orientaron a asociarla con éste, como se aprecia en la siguiente nube de palabras:
La calidad de vida se relaciona con la condición laboral: es mejor tener una ocupación que no tenerla. Muchos estudios han encontrado un gran efecto negativo del desempleo en el bienestar subjetivo; cuando el desempleo termina, los individuos no regresan a sus niveles de satisfacción con la vida previos. Por otra parte, es preferible una ocupación permanente que una temporal.
Trabajo y género
En el AMG, el 76% de hombres tienen empleo (60% permanente + 16% temporal), en comparación con sólo el 51% de las mujeres (37% permanente + 14% temporal). Hay más mujeres desempleadas (las que no tienen trabajo y que están buscando) que hombres (el 9% de las mujeres en comparación con 7% de los hombres). Sin embargo, mientras 17% de los hombres no tienen trabajo y no están buscando, 40% de las mujeres se encuentran en esa situación.
Mientras que los hombres sin trabajo tienen casi la misma calidad de vida subjetiva si están buscando empleo o no (entre 69 y 70 sobre 100, en comparación con un promedio de 74 para los hombres que tienen trabajo permanente), las mujeres registran una calidad de vida mucho más baja por el estado de «desempleo» (sin trabajo y buscando), un 62 en comparación con un 71 para aquellas que tienen empleo permanente y un 72 para aquellas que no tienen trabajo pagado pero tampoco están buscando. Parece que más mujeres están desempleadas Y están más afectadas por esa situación. (vean la hoja 2 del documento)
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