Por Danielle Strickland*
Mensaje durante la presentación de la cuarta actualización de resultados de Qué has hecho, Alcalde para el municipio de Guadalajara
17 de octubre de 2017
Antes que nada, y como siempre, quiero agradecer la invitación de Jalisco Cómo Vamos a comentar otro trabajo valiosísimo para la comunidad tapatía. Sin duda, la plataforma de “¿Qué has hecho, Alcalde?” representa un avance democrático muy significativo con respecto al acceso a la información.
También quiero felicitar y agradecer a Enrique Alfaro y a su equipo por su apertura a este tipo de ejercicio y por supuesto por los logros que acabamos de ver. Representa un gran paso para la política…no solamente en la zona metropolitana, sino en todo el país.
Ahora, el reto es llevar todos los datos cuantitativos que el equipo técnico de JCV, el equipo de Alfaro y tantas otras analistas han generado a lo cualitativo. Es decir, asegurar que estos indicadores realmente reflejan una mejora en la calidad de vida para las y los tapatíos. Y que los árboles que representan estos indicadores, no nos impidan ver el bosque.
Mi investigación académica tiene que ver con la violencia urbana y el gran reto de construir una sociedad segura para nosotros y para nuestros hijos. Por ende, y justamente porque estos indicadores se revisarán hasta el siguiente semestre, me voy a enfocar en el tema de la seguridad.
Entre las promesas de campaña de Alfaro, está la meta de aumentar la confianza de las y los ciudadanos en la policía municipal. Es un excelente propósito, pero bastante audaz considerando la larga historia de corrupción policiaca y el fracaso del sistema judicial en todo el país que proceden esta administración. Sin embargo, coincido con Alfaro que nuestra confianza en este órgano es fundamental para reconstruir el sistema de seguridad pública en Guadalajara.
Alfaro también entra al reto de reducir el porcentaje de personas que han sido víctimas de delitos en el último año y las tasa de varios tipos de robo (a casa habitación, negocios, personas). El problema principal que veo para el seguimiento a estos indicadores tiene que ver con las dos «nuevas alternativas de justicia»:
Primero vemos la auto-justicia (o “defensa propia legítima” como ha sido llamado), aplaudido por tantas personas hartas de la inseguridad y la impunidad, incluyendo a elementos de la policía que reconocen las graves fallas del sistema judicial. Lo que tal vez no reconocen, es cómo las acciones de justicia por propia mano contribuyen a la violencia urbana y fomentan la impunidad.
La otra alternativa, en vez recurrir a la policía, es la creciente tendencia a reportar los robos a los jefes de las Plazas del Cártel. Eso por dos principales razones:
Uno, es más probable recuperar sus bienes y que haya repercusiones para el ladrón; y dos, la gente tiene miedo a reportar los crímenes a la policía porque no confían en ellos.
Igual a la policía, las “Plazas” que operan en las diversas colonias de Guadalajara buscan reducir los delitos y eliminar los robos dentro de su territorio para así poder controlar la venta de drogas y otros actos ilícitos del crimen organizado sin llamar la atención del ojo público. ¿Cómo lo hacen? Cubriendo el deber de la policía, bajo sus propias normas éticas.
A veces son linchamientos, como vemos con los cuerpos que aparecen embolsados con narco-mensajes… y a veces nada más los “levantan”, los llevan a campamentos donde los torturan durante días o semanas, pero los devuelvan a sus familias con vida.
En un esfuerzo de ver el bosque completo, debo notar que varios de los casos que conozco personalmente de víctimas y victimarios en estos actos barbáricos, eran vendedores ambulantes en el centro histórico, daños colaterales del programa de reubicación de los comerciantes informales.
Entonces, cuando analizamos los indicadores en el rubro de Seguridad al inicio del siguiente año, esperando que reflejen una reducción en la tasa de robos en Guadalajara, habrá que preguntarnos ¿a qué se debe? ¿Será por el aumento en el número de policías por cuadrante o se debe al creciente poder de la Nueva Generación? A lo mejor ambos cuerpos de justicia merecerán parte del crédito.
No propongo que el gobierno municipal de Guadalajara enfrente al Cartel, pero sí propongo que nos enfoquemos en el tema de confianza en la policía. No basta con aumentar sus salarios o contratar a más mujeres como policías viales. Aquí es donde requerimos un enfoque cualitativo. Se trata de relaciones humanas. ¿Quién en este auditorio saluda a los policías en su colonia? ¿Quién confía en ellos?
En una ciudad con un millón y medio de habitantes, con una historia de tanta corrupción, impunidad y fracaso del sistema judicial, la pregunta debe ser ¿cómo implementar un programa de policía comunitaria para recuperar la confianza de las y los ciudadanos? Allí, creo yo, es donde debemos enfocarnos para reconstruir el sistema de seguridad pública de Guadalajara. Gracias.
* Danielle es integrante de los equipos temáticos de Jalisco Cómo Vamos. Doctora en Ciencias Sociales y fundadora del Colectivo Pro Derechos de la Niñez. Ha publicado varios artículos y libros sobre poblaciones callejeras, derechos de la infancia, violencia y niñez en situación de calle en América Latina.
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