¿Cómo podemos dar a conocer a la ciudadanía tapatía sobre lo que hace el observatorio? Al transeúnte del centro histórico, al que pasa a que boleen sus zapatos, al que va a tomarse la foto en el Degollado o en las letras de “Guadalajara”, al que va por una nieve o tejuino para refrescarse del calor de marzo.
Hace dos semanas el equipo de colaboradores del Observatorio Jalisco Cómo Vamos ideó dos dinámicas que fueran lúdicas para las personas que transitaban en el centro histórico de Guadalajara. El contenido de éstas estuvo basado en los resultados de la Encuesta de Percepción 2014.
Primero, una lotería mexicana donde se sustituyeron los elementos que casi todos conocemos (la catrina, el cántaro, la chalupa, etc..) por palabras que aluden los jaliscienses a Guadalajara: la Minerva, tráfico, inseguridad, tequila, mariachi, tortas ahogadas, entre otras. Diferentes grupos folklóricos provenientes del norte del país se acercaron para jugar a la lotería tapatía, el colorido de ésta llamó su atención. Algunos de los elementos no los conocían y otros, nos expresaron, deseaban visitarlos.
La segunda dinámica consistió en un tablero donde colocamos una pregunta y las personas, dentro de un rango del 1 al 100 o múltiples opciones, indicaban donde ellos creían que estaba la respuesta. Al final les mostrábamos el promedio obtenido en 2014 para contrastar con sus opiniones.
Hubo dos preguntas que generaron mayor interés: ¿Cuál es el nivel de confianza respecto a la policía municipal? y ¿Cuál es el municipio que más ve televisión? En ambas, los ciudadanos aprovecharon la ocasión para contarnos el porqué calificaron de esa manera o cuáles fueron sus criterios de elección. En la primera por experiencias personales evaluaron que 80% de los ciudadanos confiaban en la policía, cuando en realidad el resultado estaba en 45%, un poco menos de la mitad. En la segunda, al revelar que Tonalá es el municipio que más ve la televisión. Muchos, estando seguros de su respuesta, mostraron su desconcierto ya que argumentaban que Zapopan era el que más veía por su poder adquisitivo y acceso a dispositivos electrónicos; jamás imaginaron, ni estuvo en sus opciones, que Tonalá era la respuesta.
Padres de familia reaccionaron con cierta incredulidad al saber que la satisfacción de los tapatíos por su vivienda era alta. Explicaron las dificultades por las que se enfrentan respecto al pago de los servicios públicos o inclusive sus deseos de una vivienda más cómoda, comentaron que este resultado sólo era posible en aquellas zonas que son más privilegiadas.
Los jóvenes mostraron reacciones de inconformidad al saber que 93% de la población no considera a la bicicleta como el principal medio para mejorar la movilidad en la ciudad o que en Guadalajara tan solo 7% ha participado en alguna organización de la sociedad civil. Algunos, ante tal descontento, preguntaron sobre la posibilidad de colaborar en el Observatorio, comentaron que los proyectos que son gestionados desde una iniciativa que busca medir indicadores de calidad de vida puede abonar al desarrollo social.
En general, los resultados causaron cierto descontento. El único que generó orgullo y asombro positivo fue cuando supieron que 53% de las personas lee en su tiempo libre; habían ponderado más abajo de este porcentaje.
Niños, jóvenes, familias, y visitantes foráneos fueron parte de estas breves intervenciones en los espacios públicos de nuestra ciudad. Conocernos a nosotros mismos posibilitaría que más ciudadanos se involucren en la participación por ciudades más habitables. Sabiendo dónde estamos podríamos trabajar hacia el lugar donde queremos estar.
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