Para mí, la apatía no es más que el síntoma de una gran enfermedad que nos está llevando a una crisis de desinformación que nos desvincula completamente de toda preocupación social y política, lo que provoca que perdamos, como habitantes de una ciudad, nuestra capacidad de vigilancia y exigencia hacia quienes ejercen el poder bajo el pretexto de que no existen antibióticos para una enfermedad terminal.
Por otro lado, constantemente me he topado con la teoría de que todos los jaliscienses debiésemos ser considerados como apatíos y no cómo tapatíos, pues parece ser que para todos nosotros ha resultado ser una tarea bastante compleja el ejercicio de la participación ciudadana, pero me pregunto: ¿Esto ocurre todo el tiempo?
El pasado 28 de abril el grupo de colaboradores de Jalisco Cómo Vamos salimos a las calles del centro histórico para convivir con todos las y los tapatíos del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), dónde además de dar a conocer el observatorio dentro de nuestra comunidad, pretendíamos hacer algunos retratos de las opiniones que conforman nuestra realidad hoy en día: el trabajador, la madre de familia, el transeúnte, el estudiante, el visitante, la víctima y el victimario, entre muchos otros.
Todas las historias que recopilamos son hechos que nos pueden estar sucediendo a nosotros en este preciso momento, narrados desde la voz de ciudadanos que están inconformes con aspectos que pudiesen parecer pequeños, pero que para ellos, de ser distintos, representarían un nivel aceptable de calidad de vida.
Las dinámicas que utilizamos para dar a conocer el trabajo del Observatorio y sus beneficios para la comunidad representaban características arquitectónicas, gastronómicas e idiosincráticas de los tapatíos, así como información de la Encuesta de Percepción de 2014, que revela datos sobre la calidad de vida de los habitantes de distintos municipios del Área Metropolitana.
Ambas actividades nos dieron la oportunidad, a nosotros los colaboradores, de darnos cuenta cómo los tapatíos se perciben así mismos y cómo somos percibidos por ciudadanos de otros Estados. Como ejemplo, hubo participantes que nos visitaban de otros lugares de la República que afirmaban que los tapatíos sabíamos vivir bien, que teníamos buena comida, mejores oportunidades y muchas otras condiciones que hacían que nuestro nivel de vida fuera óptimo en comparación a sus lugares de residencia.
Pero a pesar de estas declaraciones, los propios tapatíos se asombraban con las respuestas arrojadas por la Encuesta de Percepción e insistían con tono de denuncia que algo no está bien según sus experiencias propias.
En lo que concordaron todos, incluso nosotros, es que la participación ciudadana resulta bastante importante para lograr una mejora en nuestro país. El compartir con todas estas personas que se mostraron curiosas ante nuestras actividades, quienes participaron y nos compartieron un poco de su sentir, nos hicieron comprobar que la comunidad tapatía presenta cierto interés por participar y que están deseosos de ser escuchados.
Sin embargo no se puede terminar de completar esta participación en la vida pública porque aún carecemos de condiciones básicas necesarias para que esto pueda ocurrir, como la falta de acceso a la información, la desconfianza de los ciudadanos hacia los organismos gubernamentales, marcos jurídicos irregulares, por mencionar algunos.
Mientras que no se tenga bien claro que la participación de todos es fundamental para el correcto funcionamiento de una democracia y mientras el Estado no trabaje cercanamente con su ciudadanía para alcanzar estos objetivos, las personas continuarán manifestando sus descontentos, tales como el desempleo, la falta de orientación desde los organismos estatales, un transporte público deficiente.
Es por eso que en Jalisco Cómo Vamos estamos convencidos de que para poder lograr un empoderamiento ciudadano, es necesario partir desde las ideas y opiniones de la misma ciudadanía, poniendo a su alcance distintas herramientas que han permitido que la gente participe y se involucre más en temas prioritarios dentro de su entorno político y social. Si bien, sabemos que éste es sólo un pequeño paso que fomenta el interés participativo, esperamos que cada vez más y más personas se decidan a formar parte de ésta comunidad participativa.
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