Presentación
A la movilidad en Guadalajara podemos intentar definirla, en el entendido de que no puede haber una definición absoluta y permanente, cada cual la explica según su experiencia, misma que, por lo demás, es otra, cotidianamente. Comencemos por acercarnos a cierta definición, desde la plurisecular Real Academia:
Mover: 1- Hacer que un cuerpo deje el lugar o espacio que ocupa y pase a ocupar otro. 2- Menear o agitar una cosa o parte de algún cuerpo.
Moverse en Guadalajara: 1- acción que consiste en que un cuerpo, cuerpo-humano, cuerpo-vehículo (en singular y en plural), consiga ocupar un espacio distinto al original por medio de desplazarse sin dificultades (si las condiciones lo permiten); condiciones físicas: calles, banquetas, ciclovías, transporte público, y condiciones normativas: reglas, cultura cívica y vial. 1 bis- Hazaña que consiste en lograr que un cuerpo, de cualquier índole, ocupe el lugar de otro, aunque la física clásica niegue la posibilidad. 2- menearse y agitarse, mental y corporalmente, y sentir que se acaba como en partes y siempre a destiempo. 2 bis- Noción maltrecha cuya diaria puesta en práctica acarrea beneficios y asimismo múltiples daños sociales, por ejemplo, en la calidad de vida de los individuos, y económicos.
Jalisco Cómo Vamos no trata de fijar la significación del concepto, apenas señalar que es tan relevante la movilidad para Guadalajara, que no es extraño confundir su caracterización con adjetivarla. Lo que en cambio hemos intentado es describirla en un periodo particular; esta publicación es la tercera aproximación. Qué implica moverse en y por Guadalajara, internarse en lo peligroso e impredecible que aguarda en las calles de la Perla de Occidente; qué para las mujeres y los hombres que caminan (más lo hacen las primeras); qué para quienes ocupan lo más alto de la jerarquización en la movilidad: las y los automovilistas; o para quienes se trasladan en vehículos de dos ruedas, ya sea merced al empleo de fuerza humana o motorizada; y cuánta inclusión, cuánta, si alguna, consideración espera a las personas que con alguna discapacidad deben aventurarse por las anquilosadas arterias por las que deberían tramarse los hilos de la fibra llamada tejido social.
Al cabo, nuestro afán es revelar las condiciones en las que millones debe salir todos los días a hacer lo suyo, trabajar, ir a la escuela, encontrarse con la familia, ejercer en movimiento la ociosidad o darse al mero placer de “andar en la calle”; y desde ahí, la revelación, sugerir que el espacio público debe contener a todas, a todos, en igualdad y tomando en cuenta las características de los distintos modos y medios que inevitablemente han de mezclarse. Y es en esto, en la mezcla, justa, segura, incluyente, en donde reside la posibilidad de unificar las experiencias y definiciones de ese misterio que es Moverse en Guadalajara, misterio porque, a pesar de las mudables y las muchas condiciones adversas, parafraseado a Galileo: sin embargo, nos movemos.
Augusto Chacón Benavides
Director Ejecutivo de Jalisco Cómo Vamos