En los últimos días hemos sido testigos de uno de los más graves incendios forestales que se recuerden en la historia del Bosque La Primavera. El fuego ha consumido más de 8,237 hectáreas de una superficie total de 30,500. Este no es un hecho nuevo ni aislado. Desde hace varios años, sobre todo durante los meses de abril y mayo se registran este tipo de siniestros ya sea intencionales o imprudenciales. En cualquier caso, la impunidad, la opacidad y las omisiones han sido una constante no sólo en la obligación de las autoridades de esclarecer estas situaciones, sino también en las políticas públicas para el manejo sustentable del bosque, así como en la presupuestación y asignación de recursos para dicho fin.
Frente a estos hechos, la sociedad civil ha manifestado su indignación y descontento por la manera en la que se intenta administrar al bosque y la forma errática en la que se ha dado información sobre el incendio. La capacidad de respuesta que grupos ciudadanos y personas en lo particular han demostrado, rebasa por mucho la reacción tardía de las instituciones responsables de La Primavera.
Por esta razón, las organizaciones, grupos, redes e individuos que firmamos este comunicado, queremos exponer a la opinión pública algunas consideraciones y denuncias, así como una convocatoria a la ciudadanía y recomendaciones para afrontar socialmente esta tragedia:
Desde hace más de 30 años, diversas iniciativas ciudadanas y académicas han intentado realizar un trabajo serio, técnico y apartidista para la conservación, manejo y aprovechamiento sustentable del Bosque. Desde los años 80 se tienen registros del nulo apoyo gubernamental para estos trabajos. Los incendios eran combatidos por ciudadanos anónimos y voluntarios que de manera desinteresada desde ese entonces, han participado.
El historial de incendios en el bosque ha sido una constante. Los dos más graves de los últimos años han sido el del 2005 con casi 11 mil hectáreas afectadas y este del año 2012. En el 2008 hubo otro de 1,642 hectáreas. Nunca se han establecido responsabilidades ni se ha castigado a responsables. A la fecha, desconocemos cuáles han sido las medidas que las autoridades de los 3 niveles de gobierno tomaron desde esos años para castigar a los responsables y buscar el resarcimiento de daños.
Desde el punto de vista de las políticas públicas y la gestión de La Primavera como Área Natural Protegida, el papel de las instituciones gubernamentales ha sido altamente deficiente. En 1995 se pasó la administración del bosque al Gobierno de Jalisco y se instaló un Comité Técnico, mismo que nunca ha tenido el presupuesto adecuado (que actualmente oscila entre los 7 y los 11 millones de pesos para el bosque). Pese a que existen técnicos con un valioso perfil en este comité, desde el lado del Gobierno de Jalisco y de los Ayuntamientos en los cuáles está asentada el área protegida, el apoyo es inexistente. No hay una estrategia clara, coordinada, intersectorial e intergubernamental al respecto. Y eso se refleja en el abandono en el que se encuentra el trabajo del Comité. La brigada de combate de incendios hace lo que puede con lo poco que tiene.
Por otra parte, a esta situación se suma el hecho del incumplimiento de los instrumentos de protección al ambiente que amparan a La Primavera: Decreto de Protección como Zona de Protección Federal y Refugio de Flora y Fauna del 6 de Marzo de 1980, el Plan de Manejo Forestal del Bosque vigente desde el año 2000, así como los Decretos de Zona de Amortiguamiento de los ayuntamientos de Zapopan y Tlajomulco del año 2004 y los Programas de Ordenamiento Ecológico Locales (POEL´s) de los Ayuntamientos de Tlajomulco (2010) y Zapopan (2011).
Estas herramientas parece que sólo funcionan en el papel frente a la realidad del Bosque La Primavera: tiene dueños y no es un área Natural Protegida de propiedad pública. De su superficie total, un 50% se encuentra en manos de pequeños propietarios, un 35% es de ejidos y comuneros y sólo el 15% es patrimonio público. Debido a esta situación, el bosque tiene muchos enemigos, ya que entorno a él, existen intereses económicos, inmobiliarios y agropecuarios.
Hay hechos contundentes que han dañado a La Primavera: el intento de construir una planta de energía geotérmica, la construcción del estadio Omnilife y la Villa Panamericana o proyectos como el Macrolibramiento, del cual se desconoce la información técnica necesaria para la evaluación ambiental de sus impactos y externalidades. Gobiernos de todos los partidos políticos han fallado en proteger a este ecosistema.
Ante esta situación, resulta inaceptable que no haya castigos para los culpables del incendio y sanciones para los funcionarios que con su ineptitud y negligencia, falta de interés y complicidad, han contribuido a la existencia de delitos ambientales.
Ante esta situación, quienes firmamos este comunicado hacemos las siguientes denuncias y exigencias:
Que se persigan y castiguen los delitos ambientales en el ámbito federal que a continuación se detallan: El artículo 420 BIS Fracción IV del Código Penal Federal, que se tipifica como delito contra la biodiversidad, así como incurrir en infracción según lo establecido en el artículo 163, Fracción IX y XXI de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable que habla sobre realizar quemas en terrenos forestales y provocar incendios intencional o imprudencialmente en los mismos; al artículo 87, Fracción XXI del Reglamento de Áreas Naturales Protegidas, que prohíbe el uso inadecuado del fuego en terrenos forestales. El ámbito penal estatal, el artículo 294 que establece pena de prisión y multa a quien inicie o provoque un incendio.
- Que se realice una evaluación de daños provocados por el incendio y que las autoridades competentes hagan efectivo el principio de reparación de daño ecológico, económico y social.
- Aumento de presupuesto y apoyos gubernamentales para la aplicación del Programa de Manejo.
- El diseño e implementación de un programa integral e interinstitucional de prevención y manejo de incendios forestales así como de restauración ecológica de áreas siniestradas, realizado por expertos y con mecanismos de contraloría ciudadana. Este trabajo debe incluir la inducción de la regeneración natural de la zona. El bosque no es una plantación silvícola y por esta razón requiere usar semillas de los mismos árboles que se tienen en el bosque así como la regeneración de la fauna con la misma especie.
- Establecimiento de una estrategia de prevención de incendios y comunicación de riesgos de manera permanente, con verdaderos expertos en la materia y la participación de las universidades y de la sociedad civil.
- Aplicación efectiva de los instrumentos de gestión y protección ambiental tales como el Plan de Manejo, zonas de amortiguamiento, ordenamientos ecológicos comunitarios y demás estrategias estatales y municipales que apliquen.
De manera específica, queremos plantear a la SEMARNAT y a los Ayuntamientos de El Arenal, Tala, Tlajomulco y Zapopan, la aplicación del artículo 117 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable que a la letra dice: (….)
«No se podrá otorgar autorización de cambio de uso de suelo en un terreno incendiado sin que hayan pasado 20 años, a menos que se acredite fehacientemente a la Secretaría (SEMARNAT) que el ecosistema se ha regenerado totalmente, mediante los mecanismos que para tal efecto se establezcan en el reglamento correspondiente.» (…) así como detener la construcción y autorización de fraccionamientos y cambios de uso de suelo en el bosque y su zona de amortiguamiento.
A la ciudadanía que ha demostrado un interés y una voluntad por participar en acciones de mejoramiento ambiental del bosque, queremos convocarles a:
- Denunciar los delitos ambientales. Pueden consultar el sitio de internet del CEJ. www.cej.org.mx y también en el perfil de Facebook “Reforestación de la Primavera 2012”
- Sumarse a las demandas presentadas por los grupos que firmamos este comunicado.
- Apoyar el trabajo de las brigadas de combate de incendios a través de la donación de los materiales necesarios para su actividad.
Y finalmente, queremos compartirles desde la experiencia que muchas personas y grupos tenemos en estas situaciones, las siguientes recomendaciones:
a) A pesar de la desesperación e impotencia que produce ver como arde el bosque, abstenerse de querer realizar el trabajo técnico de las brigadas para el combate de incendios. Esta es una actividad que requiere capacitación y equipo especializado, al ser altamente riesgosa.
b) Tener paciencia para participar en las actividades de restauración del bosque, una vez que se realice una minuciosa evaluación de daños y se defina una estrategia de restauración apropiada. No es factible ni deseable que grandes cantidades de gente intenten ingresar a las áreas siniestradas, pues esto aumentará el impacto negativo en los suelos.
c) Ayudemos a La Primavera con tres sencillas acciones: reforestar afuera de nuestras casas y en áreas urbanas que lo requieran; no utilizar el auto para no incrementar el nivel de contaminación atmosférica y sí usar el transporte público, la bicicleta o caminar; así como formar brigadas de información y orientación sobre formas de participación ciudadana en futuras acciones de restauración y de prevención de incendios en La Primavera .
Atentamente,
Acción Ciudadana Ya, Amigos del Nixticuil, Asamblea por la Gobernanza Metropolitana, Colectivo Ecologista Jalisco A.C, Ciudad para Todos, Centro de Infotectura y Tecnología Aplicada A.C., Colectivo Triciclo, Cuadra Urbanismo, Fundación Expo Guadalajara, GDL en Bici A.C., Guadalajara 2020 A.C., Haz que suceda, Iluminemos México, Las otras caras de la Ciudad A.C., Movimiento Propuesta Ciudadana A.C., Muévete por tu Ciudad, Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos, Plataforma Metropolitana por la Sustentabilidad, Pensar en México, Plan V, Proyecto Ecovía, Red Árbol, Tejiendo Redes
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