Interesantes semejanzas entre los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México y la Encuesta de Percepción Ciudadana de Calidad de Vida
Los resultados para el Área Metropolitana de Guadalajara (ÁMG) de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (ENADIS) 2010, realizada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), y los de la Encuesta de Percepción Ciudadana de Calidad de Vida (EPCCV), realizada por el observatorio ciudadano de calidad de vida Jalisco Cómo Vamos (JCV) en la misma demarcación geográfica, presentan interesantes semejanzas en sus resultados.
La ENADIS es una encuesta especializada en discriminación y en las dinámicas que la fortalecen o mitigan. La EPCCV se centra en la calidad de vida subjetiva, entendida como las posibilidades que tienen los individuos para llevar una vida satisfactoria y feliz. Así, el tema del que se ocupa la ENADIS con una profundidad difícil de equiparar es apenas uno de los múltiples que se incluyen en la encuesta de Jalisco Cómo Vamos. De hecho, la EPCCV está integrada por 15 componentes, uno de los cuales es Ciudadanía; las visiones y prácticas discriminatorias son algunos de los múltiples temas incluidos en este componente.
Por otro lado, como resulta obvio, la manera de plantear las preguntas en uno y otro instrumento es diferente, lo cual ciertamente impacta sobre los resultados, de una manera difícil de precisar. Es bien sabido que el uso de determinadas palabras al interior de una pregunta y no de otras, así como el modo de estructurarlas, inciden sobre las respuestas de los encuestados.
Aun con estas acotaciones, es interesante notar la semejanza entre los resultados de ambas encuestas.
En materia económica, el 43% de los encuestados en la ENADIS considera que la riqueza es el factor que más divide a la sociedad. En consonancia con este dato, en la encuesta de JCV, 70% manifestó algún tipo de frustración o rencor social por la desigualdad económica en la ciudad. Además, 38% de los encuestados por el observatorio considera que su sociedad se describe así: “Un pequeño grupo hasta arriba, muy poca gente en medio y muchísima gente hasta abajo”.
En la ENADIS se pidió a los encuestados que señalaran por cuáles razones algunas veces no les habían sido respetados sus derechos. Las respuestas fueron: acento al hablar, 94%; costumbres o cultura, 93%; provenir de otro lugar, 93%; educación, 92%; y religión, 90%. Otra pregunta de la ENADIS fue “¿Estaría dispuesto o no estaría dispuesto a permitir que en su casa vivieran personas…?”. Ante esta, señalaron “no” ante lesbianas el 38% de los encuestados; homosexuales, 37%; y portadores de VIH/SIDA, 27%. La intolerancia registrada por JCV también se agudiza ante homosexuales, con 46%, seguida de la que existe hacia mujeres que abortan, con 45%, y jóvenes, con 32%, siendo estos dos últimos grupos de población más frecuentemente mencionados en el instrumento de JCV que en el de CONAPRED.
ENADIS preguntó “¿Qué tanto cree que la etnia provoque divisiones entre la gente?”. El 24% respondió “mucho”; 35%, “poco”; y 33%, “nada”. Según la EPCCV, el 30% es intolerante hacia los indígenas, lo cual hace algún eco con el dato de la ENADIS.
La discriminación por motivos de edad es otro de los temas que ambas encuestas abordan, aunque cada una con sus propios énfasis y matices. ENADIS preguntó “Usted cree que los niños deben tener…” y las respuestas posibles eran “Los derechos que sus padres les quieran dar”, que recibió 13% de menciones; “los derechos que les da la ley”, con 85%; y “los niños no tienen derechos porque son menores de edad”, con apenas 2.2%. 17% de los encuestados por JCV reportaron ser intolerantes a los niños, porcentaje que podría equipararse a quienes dicen que los niños no tienen derechos o bien que solo tienen los que sus padres les quieran dar.
Siguiendo con la discriminación por edad, ENADIS cuestionó “¿Qué tanto se justifica llamar a la policía cuando uno ve muchos jóvenes juntos en una esquina?”. Ante esta pregunta, respondieron “mucho”, 9%; “algo o poco”, 45%; y nada, 66%. Así, quienes lo consideran en alguna medida justificable son el 54% de los encuestados. El 32% de los encuestados en la EPCCV reportó intolerancia hacia los jóvenes. Por otro lado, “jóvenes reunidos en la esquina de su colonia” le generan desconfianza al 71% de los encuestados, siendo el grupo de población al que se le tiene mayor nivel de desconfianza.
Desde el punto de vista de género, ENADIS planteó varias preguntas, y JCV también lo hizo, aunque no tantas. Una de las de ENADIS es particularmente indicativa del respeto a los derechos de las mujeres: “¿Qué tanto se respetan o no se respetan los derechos de las mujeres?”, a la que 30% respondió “no”. En consonancia, según JCV, son intolerantes a las mujeres 21% de los encuestados. Ambas encuestas plantearon preguntas en torno de un segmento particular de mujeres: aquellas que han abortado. ENADIS preguntó “¿Qué tan de acuerdo o en desacuerdo está usted con que una mujer pueda abortar si lo desea?”, a lo que 58% respondió “Totalmente en desacuerdo y desacuerdo en parte”. Este dato se respalda con uno de la encuesta de JCV: 45% reportan intolerancia a las mujeres que abortan y apenas 42% reportan tolerancia, siendo el grupo poblacional con menor nivel de tolerancia.
La prevención y erradicación de las visiones y prácticas discriminatorias pasan por un diagnóstico preciso sobre el fenómeno y sus resortes culturales, económicos y políticos. Con sus propios términos, metodologías y prioridades, tanto ENADIS como EPCCV contribuyen a conocer mejor el fenómeno de la discriminación en el ÁMG, lo que se espera sirva para diseñar e implementar políticas públicas e iniciativas ciudadanas que permitan contrarrestarlo.
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